jueves, 21 de noviembre de 2013

IMAGENES PARA RECORDAR


SUEÑOS DE SEXO.



SUEÑOS DE SEXO, DORMIDOS



Quiero ser, un sonámbulo
Y pasear  dormido, en vida
Quiero saber, el oráculo
Que despierta, á mi sonrisa…

Cuentos, de lunas y estrellas
Paseos bajo la luz, de la luna
Mientras el sol duerme, sus brisas
Y la sombra de la noche, sea diurna…

Locuras, fragmentadas y cerebrales
Que despertáis, en noches sonámbulas
Dejadme, que roce tus labios, sensuales
Con el beso de lágrimas, en mis partículas…

Órganos que avivan, los centauros
Que  vuelan cerca, de mis  lunas
Guardiana de noches, con  muros
Invisibles, en sus caricias, sanas…

Quiero vivir, el ardiente furor
Que se despierta, en mi cama
Jugando en sueños, de amor
Con la ternura, desembocada…

¡Ó sueños de placeres, dormidos!
Que llenáis, el climas y sus estampas
Dejadme que abrace, los dominios;…
De tu cuerpo y los sueños, de tu compas…

¡Quiero bailar, en tus noches, de sueño!
Necesito vibrar, encima y debajo, de tu cuerpo
Acariciando, tus dulces  sentidos, dormido
Y ver con claridad, lo que sueña, tu cuento…

Cuentos, que entre  sueños,  vivimos
¡Hacer que llegue, á su precioso jardín!
Y me adentre, entre sus sensuales, muslos
Escuchando música, de piano y violín.
de: MOCESTO RUIZ M.

domingo, 17 de noviembre de 2013

MI MUCHACHA SALVAJE DE PABLO NERUDA








 

Pablo Neruda



 

Mi muchacha salvaje


 


MI MUCHACHA salvaje, hemos tenido
que recobrar el tiempo
y marchar hacia atrás, en la distancia
de nuestras vidas, beso a beso,
recogiendo de un sitio lo que dimos
sin alegría, descubriendo en otro
el camino secreto
que iba acercando tus pies a los míos,
y así bajo mi boca
vuelves a ver la planta insatisfecha
de tu vida alargando sus raíces
hacia mi corazón que te esperaba.
Y una a una las noches
entre nuestras ciudades separadas
se agregan a la noche que nos une.
La luz de cada día,
su llama o su reposo
nos entregan, sacándolos del tiempo,
y así se desentierra
en la sombra o la luz nuestro tesoro,
y así besan la vida nuestros besos:
todo el amor en nuestro amor se encierra:
toda la sed termina en nuestro abrazo.
Aquí estamos al fin frente a frente,
nos hemos encontrado,
no hemos perdido nada.
Nos hemos recorrido labio a labio,
hemos cambiado mil veces
entre nosotros la muerte y la vida,
todo lo que traíamos
como muertas medallas
lo echamos al fondo del mar,
todo lo que aprendimos
no nos sirvió de nada:
comenzamos de nuevo,
terminamos de nuevo
muerte y vida.
Y aquí sobrevivimos,
puros, con la pureza que nosotros creamos,
más anchos que la tierra que no pudo extraviarnos,
eternos como el fuego que arderá
cuanto dure la vida.