domingo, 17 de abril de 2022

MARIPOSA DE OTOÑO, PABLO NERUDA

 MARIPOSA DE OTOÑO,

PABLO NERUDA




LA mariposa volotea

y arde —con el sol— a veces.


Mancha volante y llamarada,

ahora se queda parada

sobre una hoja que la mece.


Yo decían: —No tienes nada.

No estás enfermo. Te parece.


Yo tampoco dije nada.

Y pasó el tiempo de las mieses.


hoy una mano de congoja

llena de otoño el horizonte.

Y hasta de mi alma caen hojas.


Yo decían: —No tienes nada.

No estás enfermo. Te parece.


Era la hora de las espigas.

El sol, ahora,

convalecencia


Todo se va en la vida, amigos.

Se va o perece.


Se va la mano que te induce.

Se va o perece.


Se va la rosa que desatas.

También la boca que te bese.


El agua, la sombra y el vaso.

Se va o perece.


Pasó la hora de las espigas.

El sol, ahora, convalece.


Su lengua tibia me rodea.

También me dice: —Te parece.


La mariposa volotea,

revolotea,

y desaparece.



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