AYSEN ASEDIADA POR CARABINEROS.
Observadores de Derechos Humanos denunciaron que el mecánico Teófilo Haro (49), quien sufrió la pérdida de su ojo derecho por el impacto de un balín de acero disparado por la policía militarizada de Carabineros, pudo ser obligado a firmar un documento luego de haber sido agredido el pasado 17 de febrero.
PARECE QUE NUESTRAS AUTORIDADES SEOLVIDARON QUE ESTAMOS EN DEMOCRACIA !!!
""Aysén y las regiones olvidadas""
Las medidas propuestas podrán reducir la conflictividad, pero no variarán la falta de visión estratégica con el sur austral.
por José Miguel Serrano - 23/02/2012 - 04:00
CADA CIERTO tiempo sucede lo mismo: los ciudadanos de alguna región extrema se cansan del abandono y la postergación, se organizan y comienzan a manifestar su descontento de manera enérgica. En Santiago, el gobierno de turno toma debida nota del asunto y se compromete con unas soluciones que la mayor de las veces son improvisadas, pues se deciden entre cuatro paredes y en un brevísimo plazo.
Los sucesos y protestas de Aysén -antes en Magallanes y a futuro quién sabe donde más-, están demostrando que en Chile no existe una política de Estado que priorice el poblamiento territorial de las zonas más extremas y geográficamente más complicadas del país, por compatriotas debidamente respaldados desde un punto de vista económico y material. Es, y debería ser siempre prioridad del Estado chileno, entregarles a esos compatriotas todas las herramientas necesarias para que puedan paliar de manera eficaz las grandes dificultades que van a tener que enfrentar: aislamiento, malos caminos locales, insumos básicos extremadamente caros, servicios sociales deficientes, una conectividad con el resto del país muy dificultosa, entre otras.
Conozco bien la Región de Aysén, desde Puerto Chacabuco hasta Cochrane. Mucha naturaleza virgen y pocos habitantes. Esto último es una ventaja en cierto sentido, pues hay una menor presión sobre sus cuantiosos recursos hídricos, mineros y silvoagropecuarios, los cuales son protegidos por los lugareños. Y así como el resto del país quiere utilizar su agua para generar electricidad, de la misma manera los ayseninos piensan que tienen el derecho de demandar del Estado un trato deferente y diferente. Sienten que le están entregando a Chile muchísimo más de lo que reciben a cambio, y probablemente tienen razón.
"Tú problema es mi problema" es el lema del movimiento social que se ha levantado con fuerza en la región. De su petitorio de 11 puntos, rescato el tema de la rebaja al costo de los combustibles (30% más caros que en Puerto Montt); la petición de una salud de calidad, con infraestructura adecuada y más especialistas; la implementación de un sueldo básico regionalizado que tome en cuenta el costo de vida local; la creación de una universidad pública regional de alta calidad, y la construcción de rutas de acceso donde sean necesarias, sobre todo para los pequeños y medianos agricultores.
El gobierno está buscando fórmulas para bajar el costo de los combustibles, que incluyan subsidios al traslado y la distribución de los mismos en Aysén, como también en otras zonas extremas del país. Además, intentará agilizar la implementación de la inversión pública de US$ 760 millones, contemplada en el proyecto de desarrollo 2010-2014 para la región. Esta y otras medidas podrán reducir el nivel de conflictividad presente en ese territorio, pero no cambiarán la falta de visión estratégica que se instaló hace muchos lustros en del Estado chileno, sobre todo en relación con nuestro sur austral.
Mientras se implementan políticas económicas y sociales que incentivan el sobrepoblamiento de Santiago y sus alrededores, se mantiene una mirada mezquina y distante sobre aquellos espacios geográficos que representan la futura "cuenta de ahorro" del país.
Conozco bien la Región de Aysén, desde Puerto Chacabuco hasta Cochrane. Mucha naturaleza virgen y pocos habitantes. Esto último es una ventaja en cierto sentido, pues hay una menor presión sobre sus cuantiosos recursos hídricos, mineros y silvoagropecuarios, los cuales son protegidos por los lugareños. Y así como el resto del país quiere utilizar su agua para generar electricidad, de la misma manera los ayseninos piensan que tienen el derecho de demandar del Estado un trato deferente y diferente. Sienten que le están entregando a Chile muchísimo más de lo que reciben a cambio, y probablemente tienen razón.
"Tú problema es mi problema" es el lema del movimiento social que se ha levantado con fuerza en la región. De su petitorio de 11 puntos, rescato el tema de la rebaja al costo de los combustibles (30% más caros que en Puerto Montt); la petición de una salud de calidad, con infraestructura adecuada y más especialistas; la implementación de un sueldo básico regionalizado que tome en cuenta el costo de vida local; la creación de una universidad pública regional de alta calidad, y la construcción de rutas de acceso donde sean necesarias, sobre todo para los pequeños y medianos agricultores.
El gobierno está buscando fórmulas para bajar el costo de los combustibles, que incluyan subsidios al traslado y la distribución de los mismos en Aysén, como también en otras zonas extremas del país. Además, intentará agilizar la implementación de la inversión pública de US$ 760 millones, contemplada en el proyecto de desarrollo 2010-2014 para la región. Esta y otras medidas podrán reducir el nivel de conflictividad presente en ese territorio, pero no cambiarán la falta de visión estratégica que se instaló hace muchos lustros en del Estado chileno, sobre todo en relación con nuestro sur austral.
Mientras se implementan políticas económicas y sociales que incentivan el sobrepoblamiento de Santiago y sus alrededores, se mantiene una mirada mezquina y distante sobre aquellos espacios geográficos que representan la futura "cuenta de ahorro" del país.
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